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unisex
Descripción

 

Detalle:
AMIGABLE-MENTE se juega a través de 3 personajes centrales: Amigable, que representa un estilo seguro-asertivo; Bravucón, un estilo agresivo; y Temeroso, un estilo pasivo-inseguro.  La partida inicia con una fase de psicoeducación a través de las Tarjetas de estos personajes, donde se describen los comportamientos y actitudes que los caracterizan.
Luego, durante el desarrollo del juego, los participantes deben seleccionar una consigna de las tarjetas de situaciones (divididas por grupo de edad) y responderla (o representarla) desde el personaje que les haya tocado al arrojar el dado.
El dado incluye 6 posibilidades diferentes, donde el niño/adolescente practica el reconocimiento de cada estilo (asertivo, pasivo, agresivo) y reflexiona acerca de las consecuencias relacionales que se derivan de ellos.
Incluye un folleto con actividades metacognitivas, que refuerzan y evalúan los objetivos planteados y las estrategias utilizadas, optimizando la eficiencia de los logros alcanzados.
Cantidad de jugadores: 2-4
Edad: para ser jugado con niños de 6 a 9 y 10 a 13 años.
Usos:

Se basa en la práctica de la asertividad, entendida como la habilidad para comunicarnos y relacionarnos desde el respeto propio y ajeno.
La asertividad, no es una conducta innata, heredada genéticamente; se aprende a ser asertivo, pasivo o agresivo. Es decir, es una habilidad que forma parte del aprendizaje social y, en consecuencia, puede estimularse y ejercitarse en cada una de las etapas del desarrollo infantil.
Es una herramienta útil en el trabajo con niños y adolescentes para entrenar competencias personales y adquirir buenos hábitos relacionales, facilitando el entrenamiento en habilidades como: ser capaz de decir «no», sin dejarse llevar por los demás; expresar una queja sin sentirse culpable, dañar o atacar a otros; pedir un cambio de conducta y/o favores sin hostilidad, exigencias o amenazas; y defender derechos sin agredir o sobreadaptarse a las demandas de los demás. A lo largo del juego, los niños pueden reflexionar acerca de sus estilos comunicacionales predominantes: inseguro- agresivo- asertivo y practicar respuestas asertivas, en diversas situaciones problemáticas que se les presentan.
Muchos niños y adolescentes no defienden sus intereses; ceden su territorio en situaciones que les resultan incómodas; tienen dificultades para expresar sus desacuerdos, o se muestran demasiado pendientes de no molestar a los demás. Otros, saben defenderse, pero lo hacen de forma agresiva, exigente y dominante; imponen sus intereses y opiniones por encima de todo, o actúan sin tener en cuenta los sentimientos de los demás. Cualesquiera de estas situaciones suelen acarrearles consecuencias relacionales negativas y resentir su autoestima.